sábado, 1 de octubre de 2011

Historia

En los albores del siglo XXI, con renovado amor por la niñez y juventud, y con nuestra mística educativa, formamos a las nuevas generaciones para que “sean los hombres y mujeres del futuro, responsables y activos en las estructuras sociales, culturales y eclesiales, de manera que contribuyan al desarrollo cada vez más humano y cristiano del mundo”, desde la vivencia del servicio, la fraternidad, la justicia, la solidaridad, la misericordia y la paz, valores que se hacen propios al contemplar a Jesucristo que se hace hombre para salvarnos, dar sentido a la existencia y plenitud a la creación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario